Diario: 2 de mayo de 1979
Tal día como hoy, hace treinta años:
- Los CHORDS se reúnen con John Weller, el recientemente desaparecido padre de PAUL WELLER y mánager de los JAM, para tantear la posibilidad de unirse a su escudería. Descanse En Paz.
- Los WHO actúan en el Rainbow Theatre de Londres, en el que es su primer concierto público en un año y medio, presentando a Kenney Jones (ex-Faces/Small Faces) a la batería y a John "Rabbit" Bundrick a los teclados. Como reza la reseña de Mark Williams para el Melody Maker (12.V.1979):
El recuento de mods era desconcertantemente bajo. Media docena de parkas de cola de pez, una americana de la union jack, un par de fulares (uno de ellos un trabajo en malva tentadoramente iridiscente que le hubiera encantado a PAUL WELLER) y una solitaria Lambretta LI-150 sin ningún faro de más a la vista. Si con la movida apresuradamente organizada por los WHO en el Rainbow se esperaba tentar a una legión de antiguos mochis para que abandonasen su semi-retiro en Shepherds Bush y Richmond, entonces es que la mayoría iban de camuflaje.
(Por otro lado, ¿alguien conserva por pura nostalgia un par de hipsters naranja y una camisa de topos? Qué va, hace años que se convirtieron en trapos para abrillantar el Cortina.)
Aun así, yo habría esperado un muestrario más vívido del chic de los sesenta en lugar de ésto. Después de todo, se trataba de una oportunidad histórica: la primera aparición pública de la nueva formación de una banda que había permanecido inmutable durante más o menos 14 años. Y no simplemente una banda cualquiera. Estos son los WHO... Un grupo con una atemporal reputación de hedonistas temerarios que trasciende con éxito el supuesto carácter artístico de las óperas rock y de los conceptos alborta-medios.
Es más, los WHO fueron una influencia seminal sobre la NEW WAVE, un circuito cerrado sociológico que estuvo a punto de enviar a su jefe a un viaje de sólo ida al loquero, en sus frustrados intentos de racionalizar su papel repentinamente anticuado.
Efectivamente, una amplia proporción del público del miércoles iba adecuadamente arreglada como para un bolo de los CLASH o los Banshees, y el resto era una extraña mezcla de fans del rock corrientes y ese tipo de gente que va a un concierto para fijarse en qué Gibson saca Pete Townshend al escenario, y si es la misma con la que destroza sus amplis después del último bis. El elemento académico, podría decirse.
Sin importar el motivo o el modo de vestir, todos contribuimos al sentimiento de la ocasión que flotaba pesadamente en el aire. ¿Se lo haría Kenny Jones igual que un Keith Moon sustituto? ¿Podría un Conejo [Rabbit, el teclista de apoyo] aportar algo al power-trío definitivo? Y, para asegurarse de que la prensa musical pagara por cualquier respuesta cínica a esas cuestiones antes de que se tocase ni sola una nota, el denominador común era una entrada de cinco libras.... Diez veces más para los perezosos, que tuvieron que amontonarse en los oscuros pasillos de la estación de metro de Finsbury Park y probar suerte con la fraternidad de la reventa [...]
(Por otro lado, ¿alguien conserva por pura nostalgia un par de hipsters naranja y una camisa de topos? Qué va, hace años que se convirtieron en trapos para abrillantar el Cortina.)
Aun así, yo habría esperado un muestrario más vívido del chic de los sesenta en lugar de ésto. Después de todo, se trataba de una oportunidad histórica: la primera aparición pública de la nueva formación de una banda que había permanecido inmutable durante más o menos 14 años. Y no simplemente una banda cualquiera. Estos son los WHO... Un grupo con una atemporal reputación de hedonistas temerarios que trasciende con éxito el supuesto carácter artístico de las óperas rock y de los conceptos alborta-medios.
Es más, los WHO fueron una influencia seminal sobre la NEW WAVE, un circuito cerrado sociológico que estuvo a punto de enviar a su jefe a un viaje de sólo ida al loquero, en sus frustrados intentos de racionalizar su papel repentinamente anticuado.
Efectivamente, una amplia proporción del público del miércoles iba adecuadamente arreglada como para un bolo de los CLASH o los Banshees, y el resto era una extraña mezcla de fans del rock corrientes y ese tipo de gente que va a un concierto para fijarse en qué Gibson saca Pete Townshend al escenario, y si es la misma con la que destroza sus amplis después del último bis. El elemento académico, podría decirse.
Sin importar el motivo o el modo de vestir, todos contribuimos al sentimiento de la ocasión que flotaba pesadamente en el aire. ¿Se lo haría Kenny Jones igual que un Keith Moon sustituto? ¿Podría un Conejo [Rabbit, el teclista de apoyo] aportar algo al power-trío definitivo? Y, para asegurarse de que la prensa musical pagara por cualquier respuesta cínica a esas cuestiones antes de que se tocase ni sola una nota, el denominador común era una entrada de cinco libras.... Diez veces más para los perezosos, que tuvieron que amontonarse en los oscuros pasillos de la estación de metro de Finsbury Park y probar suerte con la fraternidad de la reventa [...]
- Plug The LP Tour: los Undertones con los KILLERMETERS en el Top Rank de Sheffield.
- Hablando de bandas norteñas, el York & District Advertiser publica hoy un artículo sobre los SEMA 4 titulado "The Kids Are Alright" en el que, aprovechando la noticia de la publicación de su autofinanciado (¡350 libras del ala!) epé de debut, "4 From... Sema 4" (Pollen), se da cuenta de sus aún innombradas credenciales mod, vía las influencias de los JAM y los WHO. Desde nuestro punto de vista, uno de los primeros sencillos inequívocamente revivalistas.
- Los Specials actúan en el Moonlight Club de Londres ante 300 enfervorecidas personas. Se cuenta que incluso Mick Jagger aparece por allí, con la intención de fichar a la banda para Rolling Stone Records. Al final es Roy Eldridge, un A&R de Chrysalis también presente en el concierto, quien les ofrece un acuerdo. "Había visto a los LAMBRETTAS, a los SECRET AFFAIR, a los MERTON PARKAS y pensaba que eran todos un muermo, pero los Specials... ¡Guau! Eran la mejor banda sin contrato que yo haya visto hasta el día de hoy", declaraba en 2008. Si quieres pruebas del porqué, sólo tienes que hacerte con el pirata grabado aquel mismo día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario