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Robert Manton y los Purple Hearts (1.1)

50.000 RAZONES. ELLOS HICIERON MAGIA
Estos retratos a lápiz constituyen una galería de gente especial. Gente que ha hecho contribuciones únicas a la cultura popular. Algunas de las historias serán bastante familiares, y algunas parecerán ligeramente extrañas. Hay omisiones flagrantes y raras inclusiones. Todo cosido por un mismo hilo narrativo, tan subjetivo como el propio infierno.
Pop-Ish FrenzyEn The Fortress of Solitude, Jonathan Lethem lanza juguetonamente la idea de un box set con las mejores notas de portada de todos los tiempos. Creo que podría argumentar en favor de la inclusión de las líneas escritas por Robert Manton para la contraportada de "Pop-Ish Frenzy", el elepé que grabó en 1986 como parte de los PURPLE HEARTS. Este era una especie de Segundo Advenimiento, más de cinco años después de las grandes expectativas levantadas por su debut. "Pop-ish Frenzy" se convirtió en la plantilla del éxito de los Stone Roses. Está todo ahí. El sonido, el espacio, las melodías; el guitarrista elegantemente distante; el cómplice, superanimado, carismático, golfillo al frente.
Los PURPLE HEARTS fueron parte de un resurgimiento mod popular de finales de los setenta. Eran uno entre el puñado de grandes grupos asociados con una escena que creció orgánicamente y que, en esencia, era una reacción contra la emergente ortodoxia punk. La nueva generación de mods, inicialmente inspirada por los CLASH, los JAM y los Buzzcocks, sacó sus ropas y sus ideas del cubo de la basura, de los valiosos desechos de otra gente. Una copia descartada de Revolt Into Style de George Melly, viejos anuarios de películas francesas de los sesenta, sta-prests de segunda mano, polos usados, crombies del Monte de Piedad, copias de recopilatorios de los Small Faces y los Zombies encontradas en la cubeta de los saldos, un libreto arrancado del "QUADROPHENIA" de los WHO, jerséis saldados por proveedores escolares, rayados 7" de SOUL y hush puppies tirados. La mentalidad de urraca de los mods seguía viva.
Existía una especie de continuidad mod, una tradición R&B británica desde los sesenta, con los Creation, Downliners Sect, Pretty Things y Poets, pasando por Third World War, Jook y los Hammersmith Gorillas, hasta los Dr. Feelgood y los Count Bishops de mediados de los setenta. Un asunto completamente primitivo. Desnudos sonidos en staccato, sofocada brutalidad. Y, como en una historia del Mike Hammer de Mickey Spillane, podría no ser particularmente agradable, pero era asombrosamente efectiva.
De algún modo, en el centro de todo estaba el tenderete de Rock On que abrieron Ted Carroll y Roger Armstrong en Shepherd’s Bush, y más tarde trasladado al mercado del Soho, donde vendían viejos singles de la Sue, rockabilly, blues y experimentos R&B de los sesenta, que actuaba como un imán para los desplazados del pre-PUNK en adelante. Cuando nos pasábamos por allá, con Shane McGowan trabajando tras el mostrador, comprábamos FANZINES como Safe As Milk, Damaged Goods o MAXIMUM SPEED para leer sobre Gang Of Four, Delta 5, los PURPLE HEARTS y los Alternative TV. Shane acabaría grabando "Gabrielle" -una de las grandes canciones sobre Londres- con los NIPS, donde cantaba sobre coger “the 73 to the City, you sitting there looking so pretty, and though you never once gave it away I can still remember those crazy days, in the old West End we’d go dancing” ["el 73 para ir al Centro, tú sentada allí, tan bonita, y, aunque nunca te diste cuenta, aún puedo recordar aquellos días de locura, en el viejo West End al que íbamos a bailar"]. "Gabrielle" se publicó en Chiswick, el sello surgido del Rock On y que fue un hogar para muchos de los futuros primitivos del R&B. Con el tiempo, aquello crecería hasta convertirse en el imperio Ace, transformando la operativa salvaje en una forma de arte, desde las primeras reeediciones de Link Wray y Vince Taylor hasta los álbumes de SOUL de la Kent, el primer BGP funky jazz de Gilles Peterson y Baz Fe Jazz, el GARAGE PUNK de Big Beat y todo lo demás.
Los PURPLE HEARTS compartían mucho de todo lo anterior, pero eran un grupo de pop moderno, absolutamente. “Somos el espacio entre el arte y la vida”, bromeaban, y jugaban con las conexiones Pop-Art, sazonando entrevistas y canciones con robos del libro de Lucy R Lippard sobre la materia y del de Gary Herman sobre los WHO. Sus discos aún suenan fantásticos y el crédito por capturar su sonido en crudo hay que dárselo a Chris Parry. Los PURPLE HEARTS tenían canciones. Eran números con pegada, amargos, pequeños dramas de kitchen-sink, muy granulosos y discutidores, todos acerca de no encajar, no rendirse, interpretados audaz y descaradamente, con Stebbing pinchando y chirriando y con Manton muy en su papel de estrella. Hicieron tres singles excelentes para la FICTION, el sello de Parry -tan buenos como el "Action Time Vision" de los Alternative TV-, el esencial LP "Beat That!" y, para el segundo, todo se había acabado, o casi.
Sus camaradas más cercanos fueron los CHORDS quienes, de manera parecida, ardieron breve pero brillantemente. Igual que ellos, los CHORDS habían estado rebuscando por los mercados, ensamblando su propia variación de la cosa mod, y tanto su aspecto como su sonido eran muy particulares. También como los PURPLE HEARTS, surgieron rugiendo de ninguna parte y se encontraron otra vez allí a una increíble velocidad. Pero, de nuevo, dejaron tras de si un pequeño conjunto de discos imperecederos, el mejor de los cuales es "Maybe Tomorrow", una cacofonía de guitarras de choque y voces urgentes completamente pasada de vueltas, una advertencia acerca de los peligros cotidianos y, proféticamente, de cómo es “too late to take the Underground” ["demasiado tarde para volver al Underground" o "demasiado tarde para coger el metro", depende]. Los CHORDS poseían también un cantante carismático en Billy Hassett y un compositor dotado en Chris Pope, quienes crearon juntos números poderosos y llenos de sentido sobre la vida real que, en su mejor parte, chasquean, se enredan y se cabrean con ella. El otro gran grupo de esa era mod fueron los SMALL HOURS, más interesados en mantener el sentimiento del R&B sesentero de los Artwoods o el Alan Bown Set. Estaban alineados muy cerca de la 6Ts Rhythm'n'Soul Society de los primeros días y casi llegaron a publicar como single una versión de "Can’t Do Without You", una canción escogida por Jerry Williams para que la interpretara Doris Duke en su álbum "I’m A Loser". Resultó que los SMALL HOURS sólo publicaron un EP, pero su arenoso sonido PUNK/SOUL hizo de ellos unos tremendos favoritos underground a lo largo de los años. Tenían también un pedigrí fascinante: el bajista Kym Bradshaw había tocado con los pioneros punk australianos The Saints, que habían introducido en su sonido metales y elementos de SOUL cuando atreverse a hacerlo era un asunto increíblemente arriesgado. Su batería Iain Shedden había tocado con los JOLT, que estuvieron en la vanguardia del resugimiento mod, aunque demasiado a la sombra de los JAM como para que nadie se diera cuenta de lo magníficas que eran canciones como "I Can’t Wait". En un extraño giro del destino, más adelante Shedden acabaría tocando con los Saints en discos clásicos de PUNK/SOUL como el álbum "A Little Madness To Be Free".
Los PURPLE HEARTS más audaces y temerarios quedaron capturados en el documental Rough Cut & Ready Dubbed, y resulta muy apropiado que, estando tan seguros de si mismos, grabaran una versión del himno beat de David Bowie al narcisismo, "Can’t Help Thinking About Me", más tarde grabada también por Mark Stewart. Pero, cuando la fortuna les dio la espalda y las cosas se pusieron feas, los PURPLE HEARTS se volvieron mucho más interesantes y extraños, incorporando todo tipo de rastros psiquedélicos, al estilo de sus antecedentes mod The Action. Y, pese a que eran aún más jóvenes que sus pares Joy Division o Teardrop Explodes, los PURPLE HEARTS lo dejaron correr, resucitando sólo ocasionalmente. En una de esas ocasiones grabaron el álbum "Pop-Ish Frenzy", y, aunque el mundo no quiso darse por enterado, en Manchester algunos chavales estaban tomando notas.
  • El original de John Carney para la extinta Tangents se puede leer aquí

Small Hours (1.3.D)

Leytonstone (1978–1981). Neil Thompson voz; Almond Hand guitarra; Carol Isaacs teclados; Kym Bradshaw bajo; Iain Shedden batería.Small Hours
Lo creas o no, Desmond Dekker es el responsable de la creación de los Small Hours. En un concierto de 1978, la leyenda del reggae y sus Aces fueron teloneados por una desconocida banda de Londres, los Street Chorus. Entre el público esa noche estaba el ex–bajo de los Saints australianos [no te pierdas su fantástico "I'm Stranded"], Lurkers y Kings, Kym Bradshaw, que buscaba colaboradores para su nuevo proyecto. En pocos días, el vocalista Neil Thompson, su hermano Armand a la guitarra, y el teclista Carol Isaacs fueron reclutados. De la batería se ocupó Iain Shedden, antiguo miembro de los JOLT, los "JAM escoceses" a su pesar. Neil y Armand vestían elegantes trajes de dos tonos, corbatas estrechas, calzado pesado, tirantes y gafas de sol. Con Sheddy, Kym y Carol siguiendo su estilo indumentario, la banda empezó a atraer a seguidores del tipo mod—suedehead, situándose en seguida al frente del Revival Mod de 1979. Junto a los DEXY’S MIDNIGHT RUNNERS, los Small Hours son el nexo de unión entre la escena Mod y el posterior movimiento Rude Boy, que pronto estallaría por todo el Reino Unido.
Durante los tres años posteriores, tocaron exhaustivamente por Londres y, tras su aparición en el álbum “Mods Mayday '79”, por el resto del país. Eran frecuentes sus llenazos en el Marquee, el Music Machine, el Venue o el Dingwalls. Muchos observadores de la época dicen que eran la banda mod con el sonido más auténtico al preferir un ajustado R&B de Memphis en lugar del sonido punkarra y duro de sus contemporáneos, lo cual, junto al uso en directo de un gran órgano Stax, y de vientos en algunas grabaciones, les prestaba un sonido más lleno de SOUL.

“Grandes músicos que todavía no han pillado el punto a su sonido. Su potencial es grande pero su sonido R&B parece estar ligeramente fuera de lugar. Al carismático cantante solista generalmente se le va la olla intentando mantener en marcha el espectáculo”.

Hasta los invitaron a tocar en las elitistas noches de NORTHERN SOUL —algo inusual para las bandas de la época, cuyo material jamás hubiera satisfecho a los puristas de esa escena–. Sin embargo, ellos lo consiguieron incluyendo en su repertorio fieles versiones de clásicos como “It’s Alright” de JJ Jackson, “Mercy Mercy” de Don Covay o el irónico “Goodbye, Nothing To Say” de los Javells.
Empezaron a aparecer fervorosas críticas en la prensa musical y, en un artículo titulado “Soul Meets Springsteen At The Grassroots of Mod”, GARRY BUSHELL llegó a decir que era la mejor nueva banda que había visto, impresionado por su “aplastante magia musical” y por sus seguidores, que no paraban de bailar en los conciertos.
Los Small Hours se hicieron con una devota base de seguidores en el este y el sur de Londres, y sus directos se convirtieron en llenos hasta la bandera. Gangs como los Beermats de Lewisham, los Three Johns –editores de los modzines Maximum Speed y Mission Impossible–, las Scooter Girls y los Bethnal Green Skins eran seguidores suyos: una muchedumbre heterogénea pero rendida al infeccioso dancehall groove de la banda. Pero existía una funesta contrapartida: en una época coincidente con el hooliganismo futbolero, la rivalidad entre fans hinchas del Millwall, del West Ham o del Chelsea explotaba en tremebundas broncas al estilo del Salvaje Oeste. Frecuentemente el grupo tenía que parar a media canción para interrumpir una pelea o calmar los ánimos; Iain Shedden: “A veces creo que nuestros conciertos son sólo la música de fondo para que los hinchas se partan la jeta los unos a los otros”.
Cuando fueron contratados por los DEXY’S MIDNIGHT RUNNERS para una gira nacional y luego repentinamente expulsados de ella, se dispararon los rumores en la PRENSA MUSICAL. “Todo eso son gilipolleces…”, decía Thompson, …el rollo ese de que nos nos dejaban vestir de traje y tal. Kevin Rowland [el capo de los DEXYS] y yo nos conocemos desde que teníamos quince años. Simplemente, a él le parece que nuestros seguidores son demasiado mentales y ahora él está intentando pasar de esa movida. Y, por supuesto, tenía claro que todas las noches los hubiéramos echado del escenario”.
En la cima de su éxito como grupo de directo entraron en negociaciones con EMI, Virgin, Phonogram y la ultra—hip 2-TONE, que no prosperaron por razones poco claras. La banda acabó firmando con Automatic, el sello de una pequeña tienda de discos, donde publicó un EP con cuatro temas: “Midnight To Six”, “Business In Town”, “The Kid” y “End Of The Night”. También grabaron un single, “Can’t Do Without You”, inédito hasta hoy y, súbitamente, desaparecieron como grupo en 1981.
Es un enigma cómo una banda que solo publicó un epé y tres temas en el “Mods Mayday '79” ha seguido tan arraigada en la memoria de los fans de la música mod, SOUL y sixties, pero así es. Aún hoy se recuerdan sus legendarios conciertos, y luminarias como Shane MacGowan [Pogues, NIPPLE ERECTORS, NIPS], Jerry Dammers [Specials, 2-TONE], EDDIE PILLER, o los actuales Hives, los citan como su grupo británico favorito de todos los tiempos.