"Mi padre decidió llevarme a este concierto para mi decimoquinto cumpleaños. En aquella época, yo ya llevaba un año o así metido en la escena
PUNK. Antes de eso, me había enrollado con lo que yo llamo música "
abre-puertas". Como se decía que la marihuana era una droga que "
abría las puertas" a cosas más jevis, con la música, creo, todo funciona de la misma manera. Como casi todo hijo de vecino que conozco que creciera con el
PUNK, empecé con los
Kiss, pasé por
Devo y, en algún segundo lugar por ahí enmedio, experimenté con
Gary Numan, pero abandoné a todos estos grupos el mismo segundo en que sonaron por antena. Mientras mi hermano y yo atravesábamos ese período "
abre puertas", mi padre trataba de presentarnos a "los originadores" de cualquier género que estuviéramos escuchando. Cuando nos enrollamos con los
Kiss, nos puso sus viejos elepés de los
Cream,
Bowie y
Alice Cooper. Poco después, cuando pillamos de importación el EP "
Be Stiff" de los
Devo, mi padre nos puso algo antiguo de los
Kraftwerk y un álbum muy viejo de
Edgar Winter. En aquel álbum había una canción frenética titulada "
Frankenstein" en la que
Winter se volvía tarumba con el sintetizador. Con la excepción de los álbumes de
Bowie y
Alice Cooper, entonces no nos gustaba nada la mayor parte de la música que nos ponía".
"Llegó mi cumpleaños y mi padre pensó que esa música me gustaría de verdad si la escuchara en directo".
"Una cosa que puedo decir sobre mis padres es que siempre tuvieron gustos contemporáneos en música. Más mi madre que mi padre, pero ambos estaban muy al tanto de lo que se cocía en cada momento. En cualquier caso, mi padre me dió aquellas entradas y por un segundo no entendí el porqué, pero, como era un chaval bien educado, le di las gracias con entusiasmo y allá que nos fuimos".
"En la marquesina del
Country Club, se anunciaban los
SECRET AFFAIR como el grupo telonero. Nunca había oído hablar de aquellos tipos, pero, por el nombre, supe que eran algo diferente, con un poco de suerte una banda de
PUNK. Entramos, encontramos una mesa, y nos pusimos a esperar a los
SECRET AFFAIR. Tan pronto como salieron a escena, el público alucinó, fue como si un
negro se hubiera colado en una reunión del
Ku Klux Klan. Todo el mundo empezó a mostrarles el dedo y a gritarles obscenidades. Fue una locura. Me encantó. Eran buena música pop (que supongo que es de lo que trata el mod). Interpretaron una vieja canción de
Smokey Robinson ("
Going To A Go-Go") con un sonido puesto al día. Hacia la mitad de la canción, un tipo que parecía un miembro de los
ZZ Top se levantó con su cerveza, se plantó a la derecha del escenario, levantó el brazo y se pasó el resto de la actuación mostrándole el dedo a la banda. Con la edad que yo tenía, eso hizo que me gustaran más todavía. Los
SECRET AFFAIR, y las demás bandas que mencioné antes, tenían todas una cosa en común: que no les gustaban ni a nuestros padres ni al resto de los adultos".
"Cuando terminó su actuación, me sentí apenado por ellos. Quienquiera que les contratara esa gira no tenía ni idea del tipo de multitud que atraía
Edgar Winter. Yo fui el único que aplaudió. Aquella fue mi primera experiencia de cómo la música puede enfurecer a la gente. En cuanto empecé a dejarme el pelo de punta y me zambullí de cabeza en la escena
PUNK, me tropecé con esta reacción casi a diario. La primera vez, sin embargo, fue más que memorable".
"Aquel fue mi primer concierto. Y tardaría unos meses más en conseguir ver en directo algo más duro que los
SECRET AFFAIR".